Demostremos nuestro amor y temor hacia nuestro Padre Celestial con una actitud que refleja ser mas que hijos de Él, ser sus hijos amados.
Dios es amor, si tenemos a Dios en nuestro corazón entonces llegaremos a amar de verdad y no tendríamos porqué temer de nada ya qué estamos haciendo la cosas bien, conforme a la voluntad de Dios
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