Tienes espíritu de cucaracha?
Si es así, es probable que te arrincones esperando que un gran zapato venga a destriparte, y apenas sobrevives bajo la amenaza permanente de ser aplastado.
Esa fue la patética actitud de diez de los doce hombres que fueron enviados a espiar la Tierra Prometida.
Vieron gigantes, no vieron el tamaño de la bendición. Olvidaron los milagros del desierto, olvidaron que todo el poder y el amor de Dios estaba a su favor.
Josué y Caleb, dos de los doce, creyeron. Y por su fe, escribieron sus nombres en la Historia. Los otros diez fueron a parar, anónimos, debajo de algún zapato.
Josué y Caleb comprendieron que el gigante que debían derrotar no estaba frente a ellos, sino metido en sus propias mentes: el TEMOR. Josué y Caleb no negaron el tamaño del enemigo, pero no empequeñecieron a DIOS ni a Su poder.
Lee esta historia en Números 13, porque se parece a tu vida más de lo que crees.
Josué y Caleb tampoco negaron su propio tamaño de insectos, pero renunciaron a ser rastreros y volaron hacia los magníficos hombros del Dios Todo Poderoso que hizo los Cielos y la Tierra, y que hoy se inclina frente a ti, invitándote a tomar tu posición sobre SUS hombros!
Cambio de actitud, cambio de perspectiva, cambio de vida.
Rastrero o volador: Tú decides!!!
«No podremos vencer a gente tan poderosa! ¡Los que viven allí son gigantes, como Anac!
¡Ante ellos nos veíamos tan pequeños como grillos! Además, es un lugar en donde no se puede vivir. Es tan malo que la gente se muere como si se los tragara la tierra.»
Números 13:31-33
«La gente comenzó a murmurar, pero Caleb les ordenó callarse y les dijo: —¡Vamos a conquistar ese territorio! ¡Podemos hacerlo!»
Números 13:30
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